¿Cómo cocinar y conservar la trufa negra?

La trufa negra, Tuber Melanosporum, es un hongo muy apreciado a nivel gastronómico principalmente por su intenso aroma y especial sabor que puede hacer de una receta un plato exquisito y difícil de olvidar.

Trufa negra Tuber melanosporum

A la hora de cocinar con trufa, hay que tener en cuenta una serie de consejos que te damos a continuación y que hará tu experiencia culinaria más fácil y satisfactoria. ¡Comenzamos!:

¿En cuánto tiempo tengo que consumir la trufa?

La trufa es un hongo que tiene un alto contenido en agua y es perecedero, por lo tanto, aunque su duración puede ser de unos 12-14 días aproximadamente os recomendamos consumirlo lo antes posible para poder disfrutar de todo su sabor y aroma.

¿Cómo debo conservarla?

Para conservar la trufa es imprescindible guardarla en frigorífico, podemos envolverla en papel de cocina para que absorba la humedad y guardarla en un recipiente preferiblemente de cristal o barro, pero no hermético, que le permita respirar. Podemos cerrarla con un trapo húmedo o con su tapa pero es aconsejable abrir el envase una vez al día o cada 2 días para que las trufas se oxigenen y también cambiar el papel para eliminar la humedad que va soltando.

Trucos para su consumo
  • La trufa no debe cocinarse mucho tiempo ni someterse a temperatura de cocción porque su aroma es increíble pero volátil. Puedes añadir la trufa un poco antes de la finalización del plato o añadirla encima de la receta recién cocinada y será suficiente para liberar todo su potencial.
  • La trufa puede ser usada en láminas o rallada, cocinada o cruda en una tostada de pan con un poco de aceite de oliva. Los alimentos grasos son perfectos para combinar con la trufa porque absorben y potencian su aroma y sabor, como: huevos, patata, carnes, arroz, bechamel y cremas, mayonesa etc…

Otras maneras de sacar partido a la trufa
  • También puedes aprovechar la trufa guardándola en un tarro con huevos, ya que su cascara porosa absorberá parte de su aroma y así podrás degustar unos exquisitos huevos trufados.
  • Y qué nos dices de la mantequilla trufada… una manera deliciosa de saborear la trufa. Para ello, tendrás que llevar la mantequilla a temperatura ambiente, rallar la trufa y mezclarla bien. Déjala al menos unas horas antes de consumir para que se integre bien y absorba el sabor de la trufa.
  • También puedes elaborar aceite trufado, introduciendo varias láminas en una botella con aceite de oliva virgen de sabor suave y dejándola reposar al menos 2 días en el frigo. Pero si elijes esta opción te recomendamos que hagas poca cantidad y la consumas en pocos días para evitar problemas como el botulismo.
¿Cómo congelarla?

Si vas a tardar en gastar la trufa, te aconsejamos que la congeles. Para ello envásala al vacío si es posible, si no tendrás que usar film. Lo ideal es ultracongelarla pero en uso doméstico no se suele disponer de este aparato así que usa tu congelador y bastará con que la saques en el momento en el que vayas a usarla. Sin descongelarla previamente raya o lamina lo que necesites y lo que te sobre lo puedes volver a guardar en el congelador rápidamente para evitar que se descongele.

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